3 CLAVES PARA DECORAR LA MESA NAVIDEÑA
Hay propuestas clásicas y otras más audaces; después de todo, no a todos nos tiene que gustar lo mismo. Lo único cierto es que en la temporada festiva, nos gusta vestir nuestra mesa de forma especial. Aun en las celebraciones más tradicionales, es posible hacer que los objetos y espacios cuenten nuestra propia historia.
1. EL PUNTO DE PARTIDA: UNA BASE NEUTRA
El blanco, beige o el camel funcionan perfectamente como base para la decoración de una mesa navideña. Ya sea que se opte por adornar con muchos elementos brillantes o se prefiera un acabado sobrio, estos colores son un lienzo ideal para dar rienda suelta a la creatividad. Eso sí: el resultado más elegante y sencillo es el que se logra con una vajilla blanca, cubertería de plata o dorada y la cristalería adecuada.
También existen otras alternativas para la mesa de colores neutros, como un acabado más minimalista o nórdico. En estos casos, lo que suma son los acentos, que pueden encontrarse en los centros de mesa o una composición simple con telas, flores o candelabros. “Yo, en vez de irme hacia los blancos, prefiero los grises y los negros; estos también permiten componer muy lindo encima”, cuenta la interiorista Ana Teresa Vega Soyer. Para ella, los tonos más oscuros permiten generar contrastes inesperados y destacar elementos puntuales.
Ana Teresa optó por usar una mesa de Rimadesio con un tablero de vidrio gris opaco. La superficie es tan bella y funcional que no necesita mantelería.
El acabado casual y rústico de la mesa de PR Living es perfecto para hacer que toda la composición de la mesa se vea más cálida y acogedora.
2. EL MENAJE ES ELOCUENTE
¿Acaso se necesita vajillas con motivos navideños para componer una bonita mesa de Navidad? ¡En absoluto! Es posible generar sensaciones festivas con una buena combinación de formas y colores, sin tener que caer en lo obvio. Así, por ejemplo, los reposaplatos de fibras naturales aportan rusticidad y esa sensación de intimidad que tanto disfrutamos; mientras que las mezclas de rojo con blanco, o rojo con verde, o blanco con dorado tienen mil formas de manifestarse en elementos dispuestos sobre el tablero o el mantel.
En su propuesta, Ana Teresa ha jugado con un manejo ecléctico del plato sobre el plato. Con la mesa de Rimadesio de fondo, las posibilidades fueron infinitas. “Es un vidrio gris aterciopelado que no merece ser opacado. Una belleza minimalista, de líneas purísimas y completamente funcional”, añade. Ana Teresa se permitió, entonces, “exagerar” sobre la base, jugando con los contrastes que no generan tensión, sino armonía. Una flor en la servilleta, los cubiertos dorados, y las bandejas de madera con tapa de bronce permitieron añadir un “barroquismo” exquisito. Ese estilo “over the top” hace que la experiencia de la comida se disfrute desde antes de servir los aperitivos.
3. EL CENTRO DE MESA Y LOS COMPLEMENTOS
El menaje y los cubiertos son imprescindibles; la decoración, no. ¿O tal vez sí? No todo lo que recubre la mesa navideña debe tener una función específica, pero sí que puede aportar a generar atmósfera.
Es fundamental tener presente que la Navidad en el hemisferio sur es en verano; por tanto, existen ciertos elementos que tiene un aura de tradición, pero que no son coherentes con el entorno. Quizás es mejor intentar buscar ese estilo navideño sin caer en el cliclé, por ejemplo, mediante velas y candelabros. Estos deben ser seleccionados en consonancia con las siluetas del menaje y la cristalería, para componer de forma coherente.
En el caso de la mesa planteada por Ana Teresa, se ha jugado con las texturas. Para darle esas notas necesarias de espíritu celebratorio, la experta menciona que se puede elegir desde un detalle floral en cada plato, hasta una iluminación tenue de velas que aporten calidez.
Generalmente, las ramas de pino como base no solo se ven muy bien, sino que también huelen maravillosamente y duran mucho tiempo. Pero adicionalmente, funcionan otro tipo de plantas de hojas grandes o copiosas. A estas, se le pueden añadir accesorios como rebanadas de naranja seca, ramas gruesas de canela, las llamadas “piñas: secas, luces o flores tropicales rojas, que aportan a la paleta sin alejarse de la realidad local.
“Me gustan las mesas mágicas y audaces, que te transportan a otro lugar, a un momento especial”, explica Ana Teresa. Para ella, lo principal es seleccionar elementos que evoquen ensueño.
De una u otra forma, no se debe perder de vista que la Navidad siempre es mágica. Por eso, no existen criterios puntuales, sino solo el deseo de encontrar elementos que tengan “un toque onírico, mucha vegetación y flores; simple, sin complicarse, pero con un toque etéreo”, tal cual explica Ana Teresa. No es fundamental seguir un protocolo, cualquier festejo se vive mejor en un entorno más relajado, en familia.
“A mí, personalmente, me gusta siempre tener un centro de mesa, y siento que la Navidad es el momento de usar las velas. Por eso es perfecto colocar candelabros”. El punto de partida de la mesa de Ana Teresa Vega Soyer ha sido el candelabro gigante del medio, lleno de velas, que no es otra cosa que un jarrón enorme de vidrio de color ámbar. Debajo de este, una guirnalda con hojas de pino y semillas secas. “Yo lo he llenado exageradamente de candelabros porque realza el minimalismo de la mesa de Rimadesio, sin manteles pisos”, agrega la experta.
Al final, nunca es demasiado porque es parte de la tradición navideña jugar con la calidez y el color. Solo depende de la creatividad y de las intenciones puestas sobre la velada las que mandan. En palabras de nuestra curadora, el contraste y la tensión visual aportan infinitamente, siempre y cuando los elementos no se opaquen. Tener eso como base, conocer las paletas adecuadas para la temporada y luego saber disponer los accesorios es todo lo que se necesita para crear y, con ello, celebrar.
¿Quieres darle un toque especial a tu mesa? Prueba rellenar con velas la Vasija Blown Brown de House Doctor.
