Esta impresionante pieza de arte, combina un fuerte atractivo escultural con un diseño sofisticado. Sus suaves y redondeadas líneas se equilibran perfectamente con la loza pesada y el esmalte que aporta textura a la superficie. Colócala en el alféizar de la ventana, en una estantería, o déjala sola como pieza central. Su forma redonda y su peso también sirven como un hermoso contrapeso para elementos más livianos, como candelabros, jarrones y libros.