Conoce Amini: la exquisitez a tus pies
Casa Soyer te invita a descubrir una de las más prestigiosas marcas de alfombras del mundo. Conoce su historia y arte, y enamórate de su fabulosa oferta en nuestra Guía de compras.
La leyenda detrás de Amini, la exclusiva marca de alfombras con sede actual en Milán, se inicia en un punto indeterminado entre Herat y Kabul, dos ciudades del lejano Afganistán. Separadas por más de trece horas en auto, fue a medio camino entre estas localidades que el sultán Amini decidió fundar, en 1962, el grupo Amini Brothers Company. ¿Su deseo? Vender hermosas alfombras producidas por artesanos locales y recuperar con ello antiguas técnicas de elaboración, así como la estética singular de estilos como el Khal Mohammadi y Aqche.
Más de medio siglo después, Amini seduce con su nutrido catálogo de felpudos, tapetes, moquetas y alfombras, que trae hacia nosotros el saber y la iconografía milenaria de las pequeñas aldeas afganas.
La historia de la marca
Los primeros quince años del negocio permitieron a los Amini construir un sólido negocio en su tierra natal. Sin embargo, en 1978, la Unión Soviética invadió Afganistán, lo que obligó al sultán y su familia a migrar a Alemania.
El proceso de reinvención de la empresa, ya instalados en Fráncfort, no fue nada fácil. Pero la llegada a Europa, sin querer, acabó siendo una oportunidad: el Viejo Continente era un espacio fértil para su propuesta. Fue así que al arte y la tradición, se sumaron las nociones de lujo y tendencias, que actualmente han convertido sus productos en irresistibles objetos de deseo.
Hoy en día, Amini ha logrado posicionarse como un referente mundial en su rubro, y sus productos son un elemento prácticamente infaltable en las propuestas de interiorismo contemporáneo. Conscientes de esto, desde 2014 cuentan una división exclusiva que incluye toda una nueva generación de moquetas, tapices y felpudos pensados en lo último del diseño de interiores de talla internacional. Sin embargo, algo se mantiene intacto desde su nacimiento: el amor por sus raíces y el respeto por su legado tradicional.
Ese arte único que nació en las pequeñas aldeas afganas perdidas entre las cadenas montañosas de Asia Central, se percibe aún en sus más recientes creaciones.
Un imperio en expansión
Hoy en día, la marca cuenta con una sala de exhibición en Milán y con centros de manufactura en países como Nepal, India, Turquía, Marruecos y, por supuesto, Afganistán. Estos son territorios con culturas locales profundamente afianzadas, países en los que el acervo patrimonial de los pueblos locales es fortísimo.
En cada una de estas exóticas sedes, la marca busca absorber sus climas, evocar emociones, rehacer iconografías y recuperar técnicas, rindiendo homenaje a las culturas originarias. Eso sí: los reinterpreta y reformula con un toque contemporáneo. El resultado es que Amini ofrece desde diseños tibetanos y alfombras monocromas, hasta tapetes vintage y moquetas orientales, todos con un twist moderno.
Actualmente, Amini tiene almacenados 750 000 metros cuadrados de alfombras, y más de tres millones de piezas ocupan su sede logística en Milán, el epicentro del diseño mundial. Desde ahí, sus productos son distribuidos a prácticamente todo el mundo, incluyendo Casa Soyer, en Perú.
Cabe resaltar que el 25 por ciento de su producción es hecha a medida, lo que denota el refinamiento y gusto por la personalización de sus creadores. Esta es otra razón por la que interioristas y arquitectos adoran la marca, al permitirles dotar a los espacios de personalidad propia.
El catálogo actual ofrece cuatro líneas de producto:
1. Anudadas a mano. Son producidas por los mejores artesanos y requieren de un paciente proceso manual de elaboración, se consideran muy valiosas y su costo depende del número de nudos que presentan al reverso.
2. Punzonadas manualmente. Se elaboran mediante la técnica del punzonado o hand tufting, que permite diseños y colores ilimitados, y es aplicable a materias primas como la lana, la seda natural, la seda botánica y la seda viscosa.
3. Moquetas. Son expresión de simplicidad y practicidad, y hacen posible la personalización, cumpliendo el rol de mood carpets para espacios.
4. Alfombras Axminster. Reflejan ya no la herencia afgana, sino la de los artesanos ingleses, y están hechas con una resistente mezcla de nailon antiestático y lana.
Los íconos colaboradores de Amini
La calidad de las alfombras, vistas ya como algo más que meros elementos decorativos, van mucho más allá de las técnicas de fabricación, los materiales empleados y la propuesta estética. El talento de los artesanos y de los diseñadores que colaboran con la marca hacen la diferencia.
Amini, con su propuesta única y sofisticada, ha logrado seducir a gigantes del diseño italiano como Joe Colombo, Ico Parisi, Manlio Rho, René Gruau, Fede Cheti y Gio Ponti, quienes aportan significativamente a su propuesta de valor. Todos han ayudado a esculpir en el tiempo lo que es hoy la marca, añadiendo su visión personal para generar una fascinante fusión de tradición y actualidad.
El diálogo entre lo nuevo y lo pretérito, lo occidental y lo oriental, lo específico y lo universal se traducen en cada pieza de Amini. Es por eso que Ana Teresa Vega Soyer, curadora central de Casa Soyer, no deja de pensarlas para algunos de sus proyectos más inspiradores y ensoñados.
La elegancia se deja sentir en cada elemento de la marca; pero más allá de eso, es su pasión por el detalle y el juego con lo ancestral lo que hace verdaderamente valiosa la propuesta. El lujo no está en el precio, sino en la exquisitez con que se trabaja un objeto esencialmente hermoso.
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